EXPERIENCIA 03/05/2020

Me he pasado toda la noche soñando. En primer lugar con mi padre y un gran amigo de este. No he sido capaz de reconocer que era un sueño pese a estar fallecido. Más tarde yo y otra persona nos dedicábamos a acompañar a gente extranjera, como turistas, a sitios en plan festivo. No sé muy bien cómo he llegado al sueño lúcido, si por haber despertado en algún momento y haberme puesto a intentarlo o simplemente se ha dado de forma natural. Creo que es probable que haya sido de manera natural porque creo que comienza precedido del sueño anterior y me encontraba en una mesa blanca junto a mi madre y mi hermana mayor. Yo estaba en el centro y mi madre a mi izquierda. Estaba convencido de haber logrado un desdoblamiento e intentaba convencer a mi madre de que no era un sueño lúcido, le decía que si me creyese ella despertaría de su sueño y se le haría lúcido. También le decía que la prueba de que era un desdoblamiento era encontrarse en el astral en el mismo lugar donde te habías quedado dormido. Como de costumbre mi madre rechazaba la idea y se mostraba escéptica y no me creía. Le explico que al ser una experiencia mía ya no pinto nada allí y las dejo, voy a disfrutar la experiencia. Me levanto y me voy, el cielo está muy bonito, brillan las estrellas con intensidad. Enlazando con el sueño anterior me encuentro en una especie de zona lúdica con carteles enormes y coloridos que invitan a entrar en locales de ambiente. No me interesa nada de eso pero observo todo por la claridad de las cosas y lo reales que parecen. Voy perdiendo la concentración, intento evitarlo y me concentro en el suelo pero soy consciente de dejarme llevar y de que mi experiencia se va debilitando y me arrastra al sueño. Me dejo llevar y ahora ya no estoy lúcido, acabo subiendo en una atracción de feria tipo «la rana» o «el pulpo» y aparece en el sueño un compañero de trabajo. Lo llamaremos C. Ahora solo recuerdo lapsus del sueño. Tiendas abiertas con artículos de regalo expuestos a las entradas. Recuerdo unas calculadoras muy grandes, como pantallas de televisión de 32 pulgadas o más, que son una novedad y mi jefe J. quiere comprar una remesa porque sabe que se van a poner de moda. Aquí aparece en escena un encargado general que tuvimos, acompaña y asesora a J. en todo momento. Más tarde hay una pelea en un polígono industrial entre dos bandos, por un lado están mi jefe con el encargado y trabajadores del polígono que yo no conozco y parece que intentan echar a los del otro bando para hacerse con el control de las calculadoras gigantes. Lo veo desde una posición más elevada y quiero bajar y ayudar a mi jefe. Del asunto no recuerdo nada más. Tengo lapsus de pedazos de otros sueños que son repetitivos y donde anteriormente me atoraba ahora he tomado decisiones que han hecho fluir el sueño sin estancarme.
Sacaría dos ideas muy interesantes del sueño lúcido de hoy, la primera es que empiezo a tener cada vez menos tiempo de espacio entre dos sueños lúcidos y esto es debido a que ya no hay relajación y vuelvo a estar muy implicado. La segunda sería como una contradicción, tengo menos espacio entre lúcidos y sin embargo son más light y acaban convirtiéndose en sueños normales. En este no he sido capaz de darme cuenta de que no era un desdoblamiento hasta terminar y despertarme. Estaba convencido de haberme desdoblado porque me había hecho lúcido donde me había acostado y lógicamente no me había ido a dormir sentado en una mesa con mi madre y hermana. El tener en mi mente tantas cosas aprendidas y el haber acumulado tantas experiencias me hace pensar que hay un cóctel demasiado amplio de teorías, formas, maneras, posiciones, tiempos, etc, etc y ello me lleva a mezclarlo todo cuando consigo llegar al astral y eso no ayuda. Cuando tuve mis primeras experiencias fueron tan impactantes y frescas que podía analizar y grabar a fuego cada detalle, el hecho de conseguir cantidad no les da calidad. Tengo que seguir intentando acceder al astral con mucha más concentración e intentar que no se diluyan los momentos allí con esta facilidad.